🗣️🐱 Hablando con mi otro gato, Wifi
Estando de prácticas en el primer curso que realicé sobre comunicación, una de mis compañeras intentó comunicar con Wifi en una de las clases.
Se encontró con un gato muy asustado y poco confiado que no se fiaba de ella y no quiso hablar apenas del miedo que tenía.
La dije que él es así tal cual.
Wifi sale corriendo cada vez que viene alguien a casa, cada vez que suena el timbre o cada vez que suena algo fuera de lo normal.
Al suceder esto en clase la profesora nos dio un pequeño truco para “animales desconfiados”.
Era dejarles claro desde el principio que nosotras estamos en nuestras casas y él en la suya y no podemos hacerle nada en la distancia.
Eso les tranquiliza y pueden dejarte comunicar con ellos poco a poco (hay animales que directamente no quieren hablar contigo).
Como mi compañera no pudo hablar con él, comuniqué yo directamente.
No sentí ese sentimiento de miedo, claro, él me conoce y no se sentía amenazado.
Esto me dijo:
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Le pregunté por qué era tan asustadizo con las visitas y me dijo que le daba miedo que le hicieran algo personas que no conocía.
Si no lo sabes, Wifi nació por sorpresa del embarazo entre Mopi y Flany, por lo que yo le crié desde el minuto 1 que salió al mundo.
Es una historia muy bonita que puedes leer en nuestro blog.
Es lógico que sienta miedo por el resto de personas.
También le pregunté si le gustaba la nueva casa y dijo que le encantaba, que ahora podía correr y mirar los pájaros que antes veía por la ventana.
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Le pregunté por qué no hacía algo con los gatos callejeros que se colaban en el jardín (se queda mirándolos y no es capaz de echarlos y un día le pegó uno en celo), y me dijo que le daban miedo.
Vamos, como las personas ajenas a esta casa, no se fía de lo desconocido.
Espero que con el tiempo vaya tomando territorio y se haga valer, que ya tiene 10 añitos el “pequeño”.
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Wifi a diferencia de Mopi, siempre está encima de mí, en el sofá es sentarme y a los 2 minutos ya tengo encima la bola peluda encima.
Es tremendo el cariño y el amor que dan.
Le agradecí todo su cariño y el haberme dejado vivir la experiencia de ser “mamá gatuna” con él, porque fue una de las experiencias más bonitas de mi vida.
Me dijo que no tenía que darle las gracias, que él vivía gracias a mi, como que yo fui su segunda mamá (la gatita de primeras le dejó de lado y no le daba de mamar y fui yo quien cada 2 horas le enganchaba a la tetilla para que mamara de Mopi), y que me estaría eternamente agradecido.
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Como puedes imaginar la sensación que me invadió superó todas mis expectativas.
No me sentía “solamente” querida por mi compañero animal, me sentía mucho más allá que eso.
Me di cuenta que no sólo mi compañerito dependía totalmente de mí, si no todos nuestros compañeros animales dependen de nosotros en su día a día para sentirse felices y “vivos”.
Te dejo por aquí el artículo del blog donde te cuento toda mi experiencia del parto de Mopi y como yo cuidé a Wifi cuando era bebé.
Te seguiré contando más y más de mis experiencias como estas, porque son sencillamente increíbles.
Si puedes y por favor, respóndeme a estos emails para saber si lo estás leyendo y si te está gustando ❤️
Espero que si te gusten❤️.
Con cariño, Anabel.
