Diabetes felina: cómo reconocerla y tratarla
La salud de los gatos puede verse afectada por distintas enfermedades, una de ellas es la diabetes. Se trata de una patología un tanto común y también peligrosa, por ello es necesario poner en práctica ciertos cuidados y mantener un adecuado control, para asegurar el bienestar del felino. El primer paso es conocer cuáles son los síntomas y en qué consiste el tratamiento.
¿Qué es la diabetes en gatos?
La diabetes es un trastorno metabólico de carácter crónico, impide al organismo procesar la glucosa en la sangre de forma correcta. Como resultado, los gatos tienen altas concentraciones de glucosa, por los inconvenientes en la producción de la insulina.
Ahora bien, como el organismo del gato no es capaz de procesar la glucosa, tampoco posee la energía necesaria y con ello, debe obtener la energía de otras células. Como resultado, sufre de otros problemas de salud adicionales, algunos de ellos podrían ser mortales. Además, existen dos tipos de diabetes:
- Diabetes tipo 1: se caracteriza porque el organismo de los felinos destruye los depósitos de la producción de insulina, por ello la cantidad de esta hormona se reduce de forma importante. Es un tipo de diabetes poco común.
- Diabetes tipo 2: es el tipo de diabetes más frecuente en gatos, da lugar a la alteración en las células que generan la insulina, esto hace que el organismo no sea capaz de metabolizar el azúcar que se encuentra en la sangre.
En añadidura, existen factores que aumentan el riesgo de que los gatos puedan sufrir diabetes, comenzando por la obesidad o problemas de sobrepeso, también aquellos gatos que tienen más de 7 años y los machos que están castrados.
Síntomas de la diabetes en gatos
Cuando un gato comienza a verse afectado por la diabetes, presenta varios síntomas, estos son:
- Aumento de la sed: es uno de los síntomas principales, un gato con diabetes comienza a beber mayor cantidad de agua o con más frecuencia, su cuenco se vacía con mayor rapidez. A su vez, esto aumenta el número de veces en que el felino hace sus necesidades, es necesario asear la caja de arena con mayor asiduidad.
- Aumento de apetito: durante el inicio de la diabetes, los gatos comen más de lo acostumbrado. Posteriormente su apetito va disminuyendo si no reciben tratamiento.
- Pérdida de peso: a pesar de que los gatos diabéticos pueden comer más de lo normal, suelen perder peso con el paso del tiempo.
Además de estos síntomas principales, los gatos con diabetes también presentan vómitos, aturdimiento y debilidad por causa de la degeneración muscular. Esto les impide desplazarse de forma normal y suelen doblar las patas traseras.
En líneas generales, los síntomas de la diabetes aparecen de forma progresiva, pero apenas se muestran tres de ellos, es preciso acudir al veterinario para que realice la evaluación respectiva y haga un diagnóstico preciso.
Esto se realiza por medio de exámenes de sangre y orina, ya que determinan el nivel de azúcar en sangre. Mientras más temprano se obtenga un diagnóstico, es posible aplicar el tratamiento con resultados positivos.
¿En qué consiste el tratamiento de la diabetes en gatos?
Tratar la diabetes en gatos requiere de una combinación de alimentación, inyecciones de insulina y actividad física, al respecto:
Alimentación
La alimentación es uno de los aspectos más importantes para tratar la diabetes en gatos, el objetivo es mantener los niveles de glucosa estables y un peso correcto. En este sentido, debe ser una dieta baja en grasas y carbohidratos y alta en proteínas.
Inyecciones de insulina
Es la opción de tratamiento que ofrece mayor efectividad, se trata de inyecciones subcutáneas que se aplican cada 12 horas, para el control de la glucosa en sangre. Cabe destacar que en los gatos se usan agujas muy pequeñas, tanto que pasan desapercibidas para ellos.
Actividad física
La actividad física puede ayudar a evitar que el nivel de glucosa en sangre se eleve. Por ello es conveniente crear un área en la que el felino pueda jugar y ejercitarse, por ejemplo, añadir torres en donde pueda trepar y rascarse.
Es crucial llevar al gato a los controles veterinarios, para supervisar que todo está bien y que el nivel de glucosa en sangre se mantenga controlado. En resumen, la diabetes en gatos es un problema común, pero con los respectivos cuidados y atenciones, es posible controlarla y brindarle al gato una vida feliz.